viernes, 28 de diciembre de 2012

Consumidor o ciudadano

A toda persona activa que está cobrando una prestación por desempleo o una nómina, le retiran un porcentaje de su sueldo para la seguridad social y así poder disfrutar del derecho a la sanidad (aunque de ahora en adelante ya veremos hasta que punto gozaremos de ese derecho); cuando se decide disfrutar de una película en el cine o de una obra de teatro hay que pagar una entrada para poder verla; cuando hay un partido de fútbol  importante que dan en televisión de pago, nos acercamos a un bar para poder verlo, o quién se permite el capricho se hace abonado del canal, pero al final nos gastamos dinero en ver el gran partido…  por tanto ¿por qué no pagar para ver la televisión?

Sabemos que la televisión es un medio de comunicación muy costoso y que requiere de una gran financiación, y el futuro parece estar destinado a una televisión privada, pero vuelvo a repetir ¿por qué no pagar para ver la televisión?

En Europa, tienen soluciones diferentes a las españolas, que nada tienen que ver con el recorte de presupuestos: en Reino Unido el impuesto que pagan sus habitantes por tener un televisor, reproductor de dvd, móvil con tecnología 3G, consolas, etc., supone un 70%  de los ingresos de la BBC (y no emiten publicidad), en Alemania supone un 87% , y en Francia un 64%, por tanto ¿Por qué no puede ser ese el futuro de la televisión pública española? ¿Queremos este servicio? Pues paguémoslo.
Ver enlace pinchando en BBC.

La televisión tiene buena parte de responsabilidad en la educación de una sociedad, y la idea de que el servicio que ofrece sea solo privado puede ser muy peligrosa y muy golosa.  ¿Somos conscientes de que los contenidos vertidos en la televisión son el abono para el desarrollo de una sociedad? ¿Sabemos que la televisión transmite cultura?
Para las cadenas privadas el televidente no es visto como ciudadano al que le pueden afectar en el comportamiento o conducta los contenidos que vierten, sino que son carne de consumo, y como los estudios que se realizan hasta el momento desvelan que lo que más nos gusta es no pensar, ni sufrir cuando vemos la televisión, la calidad en los programas brilla por su ausencia, (a no ser que sea un programa de entretenimiento de grandes masas, ej.: La Voz que podemos decir que sí ha sido cuidado), y lo que demuestra es que brillará más por su ausencia nuestra capacidad de pensar y reflexionar en el futuro.

En el año 2010, en un Congreso sobre desafíos de la Televisión Digital, tuve la oportunidad de preguntarle al Director General de Contenidos de Telecinco, Manuel Villanueva qué considerando que la televisión ya sea de financiación pública o privada, ejercía un servicio público a la sociedad, qué si él creía que con su programación, donde Belén Esteban era su estrella mediática, ¿estaba su cadena contribuyendo al servicio público? Su respuesta no fue ni un sí ni un no, fue: si Belén Esteban me da audiencia pondré Belén Esteban todo el tiempo que haga falta, Telecinco no es una cadena pública y ponemos lo que pide el público. 
Ver enlace pinchando en Manuel Villanueva sobre unas declaraciones parecidas que dio a la agencia EFE.

Verdaderamente ¿el público pide 24h Gran Hermano? ¿pide que en las Noticias CUATRO le pongan un vídeo de un pollo que está circulando en internet? ¿pide año tras año saber lo que vamos a comer en Nochebuena o cómo funciona el reloj de la puerta del Sol?...Me permito dudar el considerar este tipo de información de relevancia pública.

Si algo tiene de bueno la empresa privada es que tienen más capacidad económica para poder desarrollar innovaciones, arriesgar con nuevos formatos o lo que es mejor aprovechar las nuevas TIC. Innovaciones tecnológicas que acercan al telespectador al contenido televisivo, sea ciudadano o consumidor, los espectadores no son solo receptores si no también emisores. Por tanto, la interactividad podría ser un recurso muy útil y eficaz para conseguir que el televidente participe más en la creación de contenidos y su posterior evaluación. Hasta el punto de sustituir el estudio de los audímetros, sin necesidad de aparatos añadidos, ni muestras acotadas. De esta manera se podría comprobar un estudio más real de los gustos de los espectadores, y saber si efectivamente somos una sociedad que pasamos de pensar y preferimos ver cantar a pollos o existe una población preocupada por el desarrollo de la sociedad. ¿Quién sabe…veríamos la resurrección de la CNN+?

Despedida de la CNN+ para poner GH24h

2 comentarios:

  1. Estimad@s compañer@s, un par de puntualizaciones con el ánimo de incordiar.

    1. En resumen, la TV pública ya la pagamos, con nuestros impuestos.

    2. Si el modelo de TV pública en cuanto a programación es el mismo que el de la TV privada pierde entonces su carácter fundamental, servicio público, que es, en definitiva, independencia frente al factor económico. Esta independencia proporciona la capacidad para innovar en formatos no generalistas -véase La 2-.

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  2. Y estoy de acuerdo contigo compañero, en que la independencia proporciona la capacidad para innovar a nuevos formatos, pero entre la mala gestión y la insuficiencia presupuestaria, creo que habría que buscar otras soluciones financieras como hacen nuestros compañeros europeos, para que esa innovación sea posible.

    No incordias, para eso está el blog.
    Muchas gracias por tu aportación.

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